lunes, 26 de diciembre de 2011

El mundo en un Remolino. Desde la Perspectiva del Caos

El mundo parece haber caído en un gran remolino. No sólo lo concerniente a lo económico sino también a lo espiritual. A su vez ambos están tan conectados que parecieran ser las dos caras de una misma moneda. Si por un lado le das un gran golpe por el otro se nota la abolladura. Preocupa mucho ver y sentir que los valores del mundo se hayan centrado alrededor del capital (entiéndase dinero), independientemente si la nación es comunista, socialista o capitalista, pues todas manejan el capital, tan sólo difieren ideológicamente en la manera de distribuir ese capital.

Preocupa de sobremanera ver que los valores y la esencia humana se hayan distorsionado y reducido a tal punto que el fin último es conseguir dinero porque aparentemente con esto se logra lo demás. Solo después de que algún desafortunado se dio cuenta de su error y tuvo la amabilidad de escribirlo o relatarnos su historia es que lo tomamos en cuenta. Como para que después no digan que “no lo sabiamos”. Eso se me asemeja mucho a los cardúmenes de pescado que nadan sin saber aleatoriamente siguiendo a los que van en la punta. Nadando al ensayo y error y cuando se encuentran los dientes del tiburón… Nadan a otro lado a ver si corren con mejor suerte. ¿Somos un cardumen de pescado sin capacidad de análisis ni discernimiento? ¿Y a quién o quiénes seguimos? ¿Depositó la madre tierra su conciencia en una especie estúpida por naturaleza que es hasta capaz de aniquilarla en tiempo record?

Basta ver como se entretiene el mundo con su diversión y placeres mediocres mientras los recursos del planeta son devastados sin ninguna consideración del daño causado y, peor aún, mientras somos devastados nosotros mismos en pro de causas egoístas que persiguen sólo el beneficio de unos pocos que pretenden a toda costa dominar toda voluntad humana. O es que no tenemos mejor excusa de que aprendemos únicamente por los errores y la experiencia, o es que nos cuesta tanto meditar sobre un problema como para darnos cuenta de que el mundo va en rumbo de colisión como bien decía Max Neef.

El mundo parece haber caído en un gran remolino al igual que cae una hoja en un remolino de agua que va irremediablemente al centro sin poder salir. Hoy en día poco le importa a la gente (si es que están enterados) el gran esfuerzo que hacen en varios países del mundo por reclamar un cambio de modelo económico y social y, es precisamente por esta indiferencia, que el planeta sigue su rumbo sin apenas dar un verdadero cambio. Hemos caído en un “atractor” como se le denomina en la teoría de sistemas complejos y caóticos, como se muestra en la Figura 1, en el que independientemente de pequeñas perturbaciones, el sistema sigue estabilizado alrededor de determinados valores. Existen y han existido interesantes esfuerzos inteligentes para provocar el cambio que requiere la civilización, para entender que el modelo es obsoleto e insostenible, que hay que evolucionar. Sin embargo, son pequeñas perturbaciones. El sistema vuelve y ha vuelto a caer donde mismo, alrededor del mismo remolino, del mismo atractor.

Figura 1. Atractor de Lorentz

Para poder sacar al sistema de esta situación hace falta una gran perturbación que cambie importantemente las condiciones de frontera de modo que el sistema pueda estabilizarse en otro atractor. Hoy en día con mi limitada visión identifico dos posibles perturbaciones que podrían hacer esto. Primero tenemos a los recursos del planeta hasta que se hagan insuficientes. Sí, sólo una situación de riesgo global que nos despierte de nuestro trance egoísta y nos haga ver en un plano superior y de mayor alcance la situación actual, podría iniciar el cambio de modelo. Mientras el hombre común no entienda que no es sólo su bienestar el que está en peligro sino el de todo a su alrededor, entonces ahí si veremos una acción consciente y coherente con la realidad. Pero por ahora, veamos como los que podemos hacer algo al respecto nos sentamos frente al televisor a ver gangrena mental y esperar que haga “off”.

El segundo factor, es nuestra conciencia. Sí, esa misma conciencia que hemos heredado desde hace 4,5 billones de años. Acá no tengo mucho que decir, al menos nada que ustedes ya no sepan. Lamentablemente no les tengo buenas noticias pero todos los indicadores señalan que los recursos serán la bandera enarbolada en el próximo cambio. Es lamentable.